Mariana Benavides #MujeresQueInspiran
- Laura María Elizondo @lalaelizondo
- Dec 1, 2020
- 16 min read
Updated: Dec 3, 2020
En esta entrevista Mariana nos abre su corazón y nos cuenta como una pérdida transformó su vida por completo, así como los retos que ha enfrentado al ser ejecutiva, madre y esposa a la vez. Mariana es apasionada del servir al prójimo. Tiene una experiencia de 10 años desarrollando políticas y estrategias en programas de responsabilidad social. Ha trabajado la industria de la construcción, farmacéutica, consumo y marketing del deporte.
Platícanos de ti…
Nací en Monterrey. Tengo una hermana gemela, idéntica, Daniela. Nacimos en par, entonces toda la vida me he considerado como que nos complementamos muchísimo. Hablo con ella todos los días, me fascina estar con ella. También tengo un hermano chiquito. Mis papas son de Monclova, foráneos lo dos. Se vinieron pensando que nosotras podíamos tener aquí una mejor oportunidad de vida. Crecimos en una cultura de mucho trabajo y de mucho amor.
Siempre tuve la inquietud de dos cosas: una era trabajar en temas de responsabilidad social. Y lo decrete desde super chiquita. Dije, yo voy a trabajar en algo que ayude a la sociedad. Y pues empecé mi primer trabajo en Soñar Despierto, encargada de las oficinas internacionales. Me tocó manejar 12 oficinas de voluntarios en todo el mundo. En países de Latino América y Europa. Y ahí empezó como mi historia mas formal de entender que si se puede estar trabajando seriamente y a la par ayudar.

Su paso por CEMEX...
Pero siempre tuve ganas de trabajar en alguna empresa, desde el lado corporativo, no desde el lado de fundación. A Cemex lo llamo como mi primera maestría de vida, había que pedalearle y sacar la garra.
Un día me hablaron cuando estaba en Soñar Despierto, para un proyecto que no necesariamente era responsabilidad social, pero si era trabajar con la base de la pirámide.
El proyecto que me asignaron tenía que ver con trabajando con gente de muy escasos recursos. Me tocó explorar nuevas formas de acercarles presupuesto. El departamento al que entré se llamaba financiamiento al consumo que si bien no era responsabilidad social, tenía todo que ver con ese sector. A los 6-7 meses me hablaron del área de responsabilidad social de la empresa y trabajé cinco años ahí, atendiendo a las comunidades en donde tenían operación.
Como la marcó su MBA y el inicio de una historia de empoderamiento...
De ahí me fui a estudiar la maestría. Siempre había querido con mi esposo, estudiarla juntos. Y un buen día nos pusimos los dos a estudiar el GMAT como loquitos echándole muchas ganas y nos aceptaron a los dos al mismo lugar, y pues nos fuimos juntos a Kellogg y fueron dos años maravillosos de mucho aprendizaje, pero sobre todo. Ahí yo creo que empieza mi historia de empoderamiento.

El haber conocido la cultura gringa que tiene una gran ventaja en la que las mujeres y los hombre también, por igual, cuando les preguntan, ¿En qué eres bueno? Conocen y saben decir exactamente para que son buenos y lo dicen con toda transparencia. Nosotros como mexicanos de repente nos preguntan ¿Qué haces bien o para que eres bueno?, y te azorrillas o como que sientes que estas siendo demasiado presumido, arrogante y mejor le sacas la vuelta. Y yo al escuchar varias historias de éxito, el como decían pues yo soy bueno para esto, empece a pensar en cual era mi propia historia y para que era yo era buena en la vida.
Descubrí que lo que mas disfrutaba era manejar gente y manejar equipos y si bien siempre con un enfoque de ayuda a los mas necesitados, lo que mas me salía bien era eso.
Y salí del MBA ahí con esa idea de decir, yo si puedo y si puedo en cualquier contexto. En un futuro años después al tener a mis hijos me ha servido para poder encontrar el trabajo que quiero y como yo lo quiero, como yo lo necesito, como mi familia lo necesita. Porque con esa seguridad de poder conocerme a mi misma y saber exactamente lo que me gusta hacer, he podido acercarme a las diferentes oportunidades diciendo exactamente lo que valgo y porqué vale la pena contratarme aunque yo solamente trabaje en las mañanas al 100% y en las tardes estoy al pendiente del celular.

Fueron años padrísimos. Tengo ya 20 años de noviazgo con mi esposo, 14 de casada, y fue una gran experiencia el empezar nuestro matrimonio juntos y sin hijos, en este lugar. Regresamos los dos a nuestro país, ya que a pesar de haber recibido ofertas para quedarnos en Estados Unidos, a ambos nos patrocino el Conacyt. Y para mi era importante regresar a México, aplicar en México lo que aprendí allá. Entonces regresé al DF a trabajar en la industria farmacéutica, algo completamente nuevo para mí. Entré a un programa de desarrollo de MBAs porque la empresa me convenció con su cultura de trabajo.
Su incursión a una industria completamente desconocida para ella...y el como una cultura de trabajo cambió su decisión..
Tengo una anécdota padrísima del director que me entrevistó, que ayuda como a entender esta relación ganar-ganar entre reconocer entender el valor de una persona y no juzgar a la persona la por su condición o por su situación: porque va a tener hijos, porque es mujer, porque es mama, etc.
Me hablaron de la oficina de Lily México y en ese momento yo tenia la opción de entrar a la Universidad Anahuac a construir el programa de la Maestría de Responsabilidad Social, a abrir el programa. Esto era totalmente mi mero mole, donde había ya trabajado 6 años de mi vida o la opción de entrar a un programa de desarrollo de MBAs en ventas en una nueva industria. Y estaba tratando de decidir entre las dos opciones y me llaman de Lilly México para invitarme a pasar todo un día a vivir lo que es vender productos farmacéuticos en el campo. Y estuve todo un día acompañando a un vendedor, y cuando terminé, el director de ventas me pregunta: ¿Qué falta para que firmes?
Era un proyecto super interesante, buen sueldo, todo. Y yo dudaba en decirle toda la verdad. Mi verdad. Todo lo que tenía detrás, era que yo sabía que después de cinco años de casada con Christián, mi esposo, algún día íbamos a tener hijos, y toda la inversión que iban a hacer en mi, se iba a "desperdiciar" pues mi trabajo iba a pasar a segunda prioridad.
Mis hijos iban a ser prioridad en mi vida y el trabajo iba a ser un tema secundario. No que lo fuera a dejar un lado, pero que podía siempre tomar la decisión de escoger a mis hijos si me tenia que ver enfrentada entre esas dos opciones. Y total, me dice, "Mariana, ¿que te detiene para aceptar esta oferta?" Y le dije: en un año y medio pienso tener hijos, quedarme embarazada y en dos años estoy fuera. Y yo quiero entender porque yo te voy a dar a ti estos próximos dos años de mi vida laboral prime, ¿porqué te voy a dar a ti esos dos años?, y me dijo: ¿Tu sabes cuánto cuesta desarrollar una molécula en un farmacéutico? Y le contesté que no. Porque la neta no venía ni preparada, no me interesaba tanto la industria, yo estaba interesada en otros temas. Y me respondió: "Cuesta dos billones de dólares, y tu crees que yo no estoy dispuesto a invertir unos pesitos en que tu vengas y me des los mejores tus dos mejores años de tu vida laboral aquí en la empresa?... Aquí estamos buscando talento, gente que tenga la capacidad de entregarse, eso es lo que veo en ti." Le pedí que me pasara el contrato, rápidamente firmé.
¿Qué pasó después?

Eso era 2010 fue la primera vez que entre a Lilly, ahorita sigo el Lilly, estoy en Lilly por segunda ocasión. En medio, me salí cuando tuve a mis hijos, por unos cuantos años. Me acuerdo de haberme despedido de la directora de RH de la empresa la primera vez que me salí, y le digo "bye Adri!, ya me voy, es mi ultimo día hoy" y me dice: "Mariana dime, ¿Qué podemos hacer para que si te quedes?", y le dije: Mira ya es una decisión tomadísima para mi, yo necesito estar un rato, aunque sean 10 meses con mi hijo", estaba recién nacido Pablo, que es mi primero. Y le dije: "yo voy a irme, pero voy a regresar a responsabilidad social" porque ya había pasado por ventas, mercadotecnia, era un programa temporal de esos que te van dando short term assignments y te van moviendo de departamentos. "Tu sabes que quiero: Yo quiero estar en responsabilidad social, y si regreso a esta empresa, voy a regresar a esa área" Y un buen día, hace mas de 3 años, me hablaron justo para eso: Nos acordamos de ti, queremos que regreses a la empresa, tenemos el puesto de responsabilidad social abierto. Y pues ahí estoy. Estoy en Lilly ayudando a las personas de escasos recuerdos con diabetes, a que les den mucha mejor atención.
De cuando renuncié yo creo que me quede 6 meses sin trabajar y me invitaron a la Federación Mexicana de Futbol, ahí estuve trabajando en Sports Marketing. Me encargaba absolutamente de todo menos del partido: Activaciones, venta de boletos, anuncios con los jugadores, posters, el desfile, todo lo que no era del partido, lo hacíamos nosotros. Pablo tenia ya 4 meses y ya estaba lista para regresar a trabajar jajaja. De ahí trabajé en Novartis, otra farmacéutica y después regrese a Lilly.
Novartis, y su historia de empoderamiento...
Lo que les platicaba hace rato de la historia de empoderamiento, para dejarlo de una manera clara. El día que me hablaron de Novartis tenia ya 7 meses de embarazo, y le dije a la persona que me habló por teléfono, estoy embarazadísima y luego me respondió: "¿Yo te pregunté?" No, pero te estoy diciendo yo porque siento que ahorita no es el mejor momento para que me invites a trabajar, respondí.
Estuve platicando con la que era Directora Nacional de Ventas para la marca propia de Novartis. Yo acabada de dejar a la Federación Mexicana de Futbol para tener a mi criatura y me preguntó: "Si hoy no estas lista ¿Cuando vas a estar lista?" Le dije, con Pablo fue a los 6 meses, y me dice "yo te voy a hablar...", y efectivamente a los 8 meses me hablaron y me hicieron una oferta.

Cuando me hicieron la oferta yo me acordé mucho de lo que había vivido en Estados Unidos y lo que había aprendido allá de las gringas super seguras, como hablaban de quienes eran ellas y porque valían. Entonces les dije, "Gracias por su oferta, me encanta, yo quiero ver como sí, y así como me ofrecen, yo no puedo".
Querían que trabajara todos los días a todas horas. Y le dije "Te ofrezco el trabajar de lunes a jueves". Esto me venía bien, pues en ese entonces en la ciudad de Mexico, los niños una vez al mes, los viernes no tenían clases. Además les dije "Soy toda suya en las mañanas al 100%, en las tardes puedo traer el celular siempre conmigo lo que se necesite, con mi computadora siempre cerca", y me dijeron déjame lo pienso. Finalmente me ofrecieron algo mejor: Trabajar lunes y miércoles full-time. Martes y Jueves desde mi casa, y ahí para mi fue un gran aprendizaje de poder saber eso y reconocer: yo valgo.
Tanto ellos necesitan que yo este contenta, como yo necesito estar contenta con ellos. Yo también debo de exigir lo que necesito para estar feliz. Porque un empleado que estas feliz se desempeña y se desarrolla mucho mejor. Y desde entonces, trabajo desde casa. Y lo mismo con Lilly, desde que regresé automáticamente me dijeron es home office, y me lo dijeron, "sabemos que la prioridad para ti es tu familia, nos lo dijiste hace 5 años y a nosotros no nos importa, sabemos que trabajas bien, trabaja desde tu casa", y ahora que nos vinimos a Monterrey me traje mi trabajo para acá.
Una pérdida transformadora...
Definitivamente y esta bien bien claro, la ocasión en donde más he tenido que reinventarme, dese cero fue cuando perdimos a nuestro mas chiquito. Tenemos 3 hijos: Pablo de 8 años, Cata que tiene 6 y Nano que es nuestro tercero, que está en el cielo, ahorita habría tenido 4 años.
Nano nació en el 2015 como un niño sano, completamente alegre, feliz. Fue una gozadera. Y desde el minuto que me embarace, que fue en Novartis, que estaba yendo a la oficina Lunes y Miércoles. Desde el minuto en el que me quede embarazada, hasta el minuto en que nació así como los 8 meses que lo tuvimos con nosotros, su vida fue perfecta. Perfecta en todos los sentidos.
Nació, con un nudo verdadero y es algo que pocas veces platico porque es tan impresionante todo lo que paso después que esta parte como que de repente la olvido contar. Es un nudo en el cordón umbilical, un "pretzel" que se le hizo mientras estaba en la panza y normalmente en la labor de parto, nacen, lo estiran y deja de circular la sangre.

Les digo que fue un milagro su vida desde el momento en el que nació porqué bueno, yo fui la que llegue al hospital diciendo: va a nacer y va a nacer en 15 minutos porque yo ya sentía que ya estaba a punto de…
No me alcanzaron a poner la epidural, nació de una forma hermosísima porque literal, me pusieron en la camilla y nació. Lo recibió el asistente del doctor y se lo pasó al doctor, así como pelota de futbol jaja y taraaán, mi esposo Cristian apenas estaba lavándose las manos afuera.
Un nacimiento padrísimo, ni lo sentí, increíble. Y donde lo ve el doctor me dice: "Mariana, puedo traerme a los residentes para que vean esto? Y yo, ¿Qué paso toño? Y se trajo, literal a 20 personas. Estaban todo mundo ahí, yo en una situación muy vulnerable, después del parto. Y les dice: "Señores, esto que están ustedes viendo es un milagro, solamente un niño de cada 100 sobrevive a un nudo verdadero".
Ya me habían pasado a Nano, ya había comido, etc. y recuerdo que se acerca mi pediatra y me dice: este niño esta destinado a hacer grandes cosas en la vida, porque esto no se da con mucha frecuencia.
Como era mi tercero, y mi último. Yo me super aboque a que lo que necesitara…parecía abuelita. Si necesitaba comer a la 1 de la mañana, es mas, si oía que lloraba a las 2am…dormía en mi cuarto, me levantaba, aparte feliz porque era en el momento en que estaba sola pues los otros dos tenían 3 años y 1 año…

Lo disfruté como loca. Fue sanísimo, nunca tuvo ningún problema. Y un día después de haber comido una guayaba, se le atoraron las semillas en la traquea y murió.
Vomitó en la noche, se ahogó, y aunque yo había estudiado todo lo que se puedan imaginar, (había estudiado dos cursos de CPR para bebes) y aunque le hice resucitación pulmonar, lo llevamos en la ambulancia, todo, todo, todo, no hubo mucho que hacer.
Mas bien yo creo que lo que yo hice en ese momento ayudó a que su papa lo viera todavía con vida en el hospital. Lo abrazó, se lo pasamos a los doctores y por más que yo buscaba que ese milagro de su vida, continuara, no fue así.
Yo rogaba y rogaba y rogaba. Y murió. Salió la doctora y nos dijo, ya no pudimos hacer nada.
Me acuerdo perfecto en esos momentos de haber estado ahí afuera de la sala de emergencias en donde yo caminaba, de un lado para otro y le prometía a Santa Maria y medio mundo, en particular al papa Juan Pablo segundo, y le decía tu vas a ser santo y si me haces este milagro yo voy a hacer todo lo que se requiera, me voy a ir de rodillas a donde tu me digas, todo, todo. Negociando, en ese momento yo estaba negociando con Dios. Y recuerdo también de decirle: No me lo pidas, no me lo pidas, no me lo pidas. Pídeme otras cosas, pero esto no me lo pidas. Toda la vida he estado buscando siempre ayudar, esto no, pídeme lo que sea, pero esto no.
Y en ese ratito sale la doctora y donde la veo venir, que sale con esa cara de muy pocos amigos, me acuerdo de haber tenido esa iluminación que yo lo llamo como que es una fuerza superior que no me ha dejado jamás en mi vida. Me acordé de una frase que había oído alguna vez en algunos de los retiros que fui de chiquita. Recuerdo esa frase del retiro que era “pídeme lo que quieras, pero dame lo que me pidas” y en ese momento fue como un regalo el poder aceptar la situación y el decir: pídeme lo que quieras, pero dame lo que me pidas, ahí yo con la espiritualidad que tengo pensé, de aquí en adelante se que yo voy a ser otra persona.
Esto va a sacudir a mi casa, mi familia, mi matrimonio, a todo mundo, toda mi realidad. Pero no estoy sola, porque veía al pelado que tenía a un lado. Ahí conmigo, firme. La espiritualidad que tengo y que he practicado desde siempre me ha sostenido en los momentos mas altos y bajos de mi vida.
En esos momentos de absoluta vulnerabilidad donde te reconoces y te das cuenta de que no eres nada, y que no tenemos control de absolutamente nada en esta vida. Nada ni nadie, tenemos una garantía de que nos vamos a morir, y si alguna vez me había sentido vulnerable, humilde, necesitada de ayuda era ahí. Y ahí fue donde yo dije, era ahí: si me necesitas para algo, este es el momento para que actúes a través de mi, y que me ayudes a que esta experiencia transforme la vida para bien de mis hijos, de mi esposo, de mi familia y de otra gente.

Esto es lo que me ha cambiado, a partir de ahí empezó una historia hermosísima en donde me he sentido tremendamente acompañada y aprendía a eso, a aceptar ayuda, a estar abierta a que no todo lo controlas y que esa falta de control esta bien, y puedes estar bien sin ese control no? A mi me ayudó por otro lado a tener una firme convicción de que mi historia no es única ni es exclusiva.
Mi historia no es única, no es exclusiva. Absolutamente todos los que estamos aquí tenemos algún dolor, algún sufrimiento, algo que nos ha pasado, o que nos va a pasar en la vida que nos va a sacudir si no es que ya pasó, y está en nosotros el decir: Cómo te vas a sentir? Como victima? O como un apersona elegida. Y yo opté en ese momento por decir, soy una persona elegida, no soy una víctima.
Eliminé rarísimo porque ya después que he estudiado algunos cursos de tanatología y de acompañamiento de personas que han pasado por la muerte de seres queridos muy cercanos, pues ese proceso aunque no tiene un tiempo, tarda aproximadamente un año. Pero a mi me pasó en el hospital. Yo pude ya no quitar el dedo del renglón y no voltear atrás. Y decir: yo voy a poder con esto. Y me acuerdo de voltear con mi esposo y con la doctora aquí cerca pues no me soltaba de la y me decía: tu no tienes mama aquí, aquí voy a estar yo alado pegada a ti.
Volteo y le digo a mi esposo: es que aquí no hay de otra gordo. De esta o salimos con la cabeza en algo y el corazón intacto y los pies en la tierra o no salimos. ¿Que hacemos? Y me dice: "Pues vamos por todo!" Ahí fue en el momento en el que los dos decidimos que esto, si bien las situaciones difíciles que nos pasan en la vida, no tienen porque definirnos. Lo que nos define es cómo reaccionamos nosotros antes estas situaciones. Y ahí los dos decidimos reaccionar de tal forma que esto fuera un trampolín. Un trampolín para crecer como familia y como personas.

A mi me ha transformado la vida, me volví menos…me encantaría decir cero algún día, pero me volví mucho menos juzgona. Voy por la vida viéndole a todo mundo cara de ” seguro tiene algo, seguro le paso algo” Y al que te la raya en el alto y al que esta en el super y se mete enfrente de ti en la fila, o no se, al que te pasa el del trabajo que te quiso copiar tu idea y no te dio el crédito. No se…diferentes situaciones que te pasa. Seguramente esta pasando por algo que no conozco….
Ante las situaciones que me pasan, ¿Cómo voy a reaccionar ante ellas?
Me acuerdo perfecto que se acercaban conmigo a preguntarme todo tipo de cosas, y una persona me pregunto: "¿Qué es lo que mas te preocupa?" Pues mi hijos, quiero saber como esta experiencia no los va a definir. Imagínense ellos vieron la muerte frente a frente. No quiero que vivan apanicados de que ellos también se pueden morir rápido.
Esa experiencia pudo haberlos hecho pensar no solo en su propia muerte sino también en la muerte de sus papas. Se tuvieron que cuestionar la muerte desde muy bebes. Y cuando me preguntaron y contesté que mi mayor preocupación era eso, como ayudarlos sin ser psicóloga, así nada mas, como mama….Y siempre se aparecía la persona adecuada, "mira tengo aquí un libro que te va a ayudar de eso...", o "te voy a presentar una persona que se ha dedicado toda su vida a ayudar a niños en duelos..." y así pasaban las cosas…sin buscarlas se fueron resolviendo mis miedos.
Uno debe estar abierto a aceptar lo que te traiga el mundo. Y también, yo creo en que tengo todo un equipo de luz que esta encabezado por mi bebe obvio, pero por toda esa gente que se nos ha adelantado, están conspirando continuamente para que yo viva mi mejor versión de vida. Estoy convencida de eso, y por eso cuando me preguntaban ustedes, quieres venir a hablar, casi nunca acepto. Pero justo en esta ocasión dije, es momento de compartir un poquito de lo que me ha pasado y si eso puede inspirar o ayudar a alguien mas a pasar por momentos difíciles ya voy de gane y honrando de igual manera la memoria de mi criatura.
Hablas mucho de tu esposo, Christián. Ambos tienen la misma formación profesional, ¿Como haz sabido balancear eso y tu vida como esposa y mamá?
Lo padre es que siempre desde el principio, la responsabilidad financiera de la casa y el proveedor principal es el. Esta puesta sobre el esta carga y yo hago todo lo posible para que el la pueda llevar de la manera mas ligera y entretenida que se pueda, echarle porras, etc.

El trabajo que yo hago es porque yo lo necesito. Necesito sentirme productiva, necesito ir mas allá de mi casa y de mis hijos. Y aunque me tienen con las manos llenas y los 3 (tengo dos aquí en la tierra y uno en el cielo) los 3 me ocupan tiempo de mi vida y de mi día, todos los días. Pero mi trabajo me trae demasiada satisfacción. Entonces el ve como yo me siento realizada, feliz, completa, 100% a la par.
Estando en la maestría, porque los dos estábamos estudiando el MBA, y era igual de retador para el que para mi. Es más, quisiera decir que mas retador para mi porque el es un nerd, brillante, con un IQ enorme. Todo mundo que lo conoce lo sabe. Luego teniamos que llegar a la casa a cocinar, a lavar platos, a lo que nos tocara. Y desde ahí empezó la negociación de roles en la casa y de responsabilidades. Y literal me acuerdo perfecto de hacer una lista en la casa, de un lado decía Mariana y del otro Christián. Sacar la basura, no pues yo me encargo. Planchar, pues el porque vivió solo mucho tiempo y no era buena para planchar; lavar platos, el: Recoger y tender las camas, el. Cocinar, yo, pues a mi me encanta cocinar, y así, etc, etc.
Nos empezamos a dividir el trabajo de todos los días y empezamos esa relación de Pareja Pareja, de decir, somos esposos aquí. No hay nadie esclavizado con el otro. Somos una pareja que quiere estar junto y aquí vamos a jalar parejo, cada quien con sus responsabilidades.
Yo hoy me encargo de todo lo que tenga que ver con la casa, de ejecutar todo lo de la caja. El se encarga de traer los recursos para poder subsistir, vivir en la casa. Pero yo me encargo de todo lo demás, colegiaturas, la ayuda de la casa, mantenimiento, etc. Y así nos hemos repartido las responsabilidades entre los dos y así ha funcionado.
Y agradezco, aprecio muchísimo el no tener el peso de la necesidad de ser yo la que provee para la casa. El ingreso que yo tengo son nuestros ahorros y lo uso para donar, para ayudar a otros, pero no es de donde nos mantenemos y eso me ha dado mucha paz y tranquilidad porque me permite escoger el trabajo que quiero hacer. Y el día en que se necesite por cualquier situación, yo se que voy a poder trabajar en lo que yo quiera, full time al 100% puedo ser la que provee para la casa sin ningún problema. Puedo tener la responsabilidad, pero agradezco el que puedo estar en esta etapa de mi vida en donde estoy trabajando porque me encanta y lo disfruto muchísimo.
Esta entrevista se llevó a cabo en marzo de 2020.
Conoce más historias de mujeres inspiradoras dando click aquí.
Sigue a Mariana en Instagram en @marianabenavides
Comments